Elisabeth Granados
Fotógrafa y Videógrafa
¡Hola! Soy Eli.
Desde siempre, la economía me dibujó gráficos y líneas que parecían decidir mi camino. Pero un día, esos números se transformaron en pixelados recuerdos, en retratos de momentos y en historias congeladas en el tiempo. Todo comenzó cuando conocí a Raúl, quien, sin siquiera darse cuenta, me mostró que detrás de una cámara no solo hay lentes y ajustes, sino un universo lleno de sentimientos y recuerdos imperecederos. Me di cuenta de que los momentos que capturamos a través de un visor son más valiosos que cualquier ecuación de oferta y demanda. Y así, con cada click, me fui enamorando de la fotografía.
Ahora, si hay algo que realmente me hace vibrar, es capturar esos momentos mágicos con los más pequeños. Los niños, con su inocencia y su alegría, tienen esa chispa especial que transforma cualquier imagen en un tesoro. Y créeme, no hay nada más gratificante que ver sus caritas iluminadas cuando ven su foto, como si estuvieran descubriendo por primera vez la magia de un recuerdo.
Así que sí, aunque mis estudios me decían "economista", mi corazón gritaba (y sigue gritando) "fotógrafa". Porque al final del día, lo que verdaderamente importa es hacer lo que nos hace felices y, en mi caso, es capturar esos instantes que, de otra forma, se desvanecerían en el viento.
La fotografía es la captura de tu mejor gesto, desde el punto de vista adecuado.
Raúl Linde
Fotógrafo de Niños y Adultos
Desde que recuerdo, la fotografía ha sido más que una simple afición para mí; es una ventana a mundos inexplorados, emociones fugaces y momentos efímeros. Nacido y criado en Jaén, siempre me he sentido inspirado por los paisajes naturales de mi tierra.
Mi nombre es Raúl Linde y soy un orgulloso miembro de RAUL LINDE FOTOGRAFÍA. Mi viaje en la fotografía comenzó, desde pequeño cuando podría coger una cámara sin permiso y realizaba fotografías hasta gastar el carrete por completo. Mas tarde tuve oportunidad de tener mi propia cámara réflex con la que viaje a infinidad de lugares con ella colgada al cuello. Ahí fue donde transmití la pasión por la fotografía a Eli. Una viajera que me acompañaba a todas mis locuras. Desde ese momento, me dediqué a aprender, experimentar y, lo más importante, a sentir cada disparo.
Lo que más me apasiona de la fotografía es su capacidad para detener el tiempo. Ya sea la risa espontánea de un niño de comunión, la mirada amorosa entre una pareja en su boda, o la ternura en los ojos de una futura madre, me siento honrado de ser testigo y documentar estos instantes. Cada sesión es una nueva aventura, un desafío para capturar la esencia y la autenticidad del momento.
Mis clientes suelen decir que tengo un ojo especial para los detalles, pero creo que lo más especial es la búsqueda de la mejor fotografía, la mejor perspectiva. Me esfuerzo por conocer a cada persona, entender sus historias y reflejarlas en imágenes que puedan atesorar por generaciones.
Si estás buscando un fotógrafo que vea más allá del objetivo, que capture no solo imágenes sino sentimientos, estaré encantado de acompañarte en este viaje visual.